Pero por alguna razon opinable, al poco tiempo pareciera ser que todos se conocen de siempre, aunque nos lleve bastante tiempo llegar a recordarnos los nombres de todos.
La salida a La Viña, surge por una conversación de Ale y Sergio, viejos ellos (amigos), a los que se les ocurrio juntarse para darle una vueltita al lago.
Decidida la fecha parecia que serian tres o cuatro los que podrian ir.
Tan debutantes nos sentimos en cada nueva travesía que cambia hasta el vínculo personal entre nosotros. No es lo mismo conocernos por una reunión semanal que compartir fogón, campamento, comidas y solidaridad permanente, incluyendo la atención de confirmar permanentemente sobre la seguridad de los demás.
Bueno. este es un objetivo permanente, necesita ser ejercitado, a veces es dificil darse cuenta cuando se pueden presentar las dificultades. Aquellas que no previmos y por eso mas complicadas.
La cena del viernes ya propuso un momento de ceder en función de otros: los del asado se aguantaron con un platito de tallarines, pero el regreso de la cena.
La temperatura bajaba al galope, la bruma por esta diferencia termica se levantaba del agua dando un espectaculo inesperado.
Pasaron los primeros rumbo al embarque... 23:00 hs en el agua y unas voces que avisan "Che, esperen que ahi vamos..."
Alguien, tranquilo porque veía cerca a otro, no detectó su adelantamiento y quien lo seguía no lo perdió de vista nunca. Asi, sin notarlo, quedamos divididos en dos grupos.
Sabrán todos que en esta región existen este tipo de lagos artificiales que por sus características, sin dejar de ser peligrosos, se presentan como una pileta de prácticas. En esta oportunidad era realmente calma la superficie y daba para recorrerla sin apuro por regresar al campamento.
Estas situaciones pueden ser un riesgo no previsto que ocaciona la falta de experiencia de navegación en grupos. Recuerdan el recurso de navegar en rulos? De confirmar permanentemente la seguridad de los últimos? Pues bien, es por esta razón. Recuerdo haberme despertado por el frio y pensar como podría alguien, si se hubiera extraviado, superar esa temperatura tan baja y sin más que su propia ropa.
Lo cierto es que nada de esto sucedió; todos llegamos bien y plenos de una travesía nocturna que algún empleado público con funciones de inspector de algo, nos hiciera saber al día siguiente que "... están prohibidas las salidas nocturnas", cuestión que no hubiera podido probar con reglamentación alguna, pero si de prohibir se trata, siempre habrá algún autoritario a mano.
Ya nos había mostrado John la foto satelital que mostraba una Argentina totalmente libre de nubes, algo insólito, nos comentaba, muy pocas veces se dará cada año, y esta fue una de ellas.
En el camino habíamos pasado por zonas con acumulación de nieve, de dias anteriores y se había limpiado totalmente para esta salida.
Hoy cada mail que entrecuzamos nos hace mas plenos por lo que se integra en las venas al compartir todo esto.
Recordaba una reflexión sobre el deporte de competición, necesitado del triunfo, y el temor a la derrota, al perder, que también se transforma en un momento en el temor al ganar ya que luego, mas allá o mas acá, sobrevendrá el perder nuevamente. Y pensaba cuantas son las distancias desde esta práctica cooperativa, ecológica y distinta.
Y me algro nuevamente de haber compartido este conjunto de situaciones en este grupo, parte de una comunidad mayor vinculada directa o indirectamente en los relatos.
Un abrazo.
Carlos N.
(c) John Coppens ON6JC/LW3HAZ | correo |